martes, 22 de octubre de 2013

CARCINOMA DE OVARIO

Introducción
Los ovarios son afectados por cambios relacionados con la edad y el ciclo menstrual, así como por los tumores de sus tejidos constitutivos. Estos tumores se distinguen no tanto por su su frecuencia de aparición, sino por su letalidad (poseen un crecimiento silencioso). Causan más muertes que todos los cánceres de útero juntos.
Representa el quinto carcinoma más frecuente y la quinta causa de muerte por cancer, en mujeres. En EE. UU. hay unos 23.000 nuevos diagnósticos y unas 14.000 muertes cada año.
Los carcinomas de ovario se los clasifican de acuerdo a las células que le dan origen:
  • Epitelio de revestimiento
  • Células germinales
  • Estroma / cordones sexuales
 
Patogenia
Los factores de riesgo más importantes son la nuliparidad y los antecedentes familiares. Presenta alta incidencia en mujeres solteras y en casadas con baja paridad. El uso de anticonceptivos orales disminuye el riesgo.
Los genes más importantes implicados en el desarrollo de carcinomas son: BRCA, BRCA1 y BRCA2.
Otras vías genéticas también implicados son HER2/NEU, K-RAS y p53.

Tumores del epitelio superficial y de la estroma
Derivan del mesotelio celómico que recubre la superficie del ovario. Los tumores benignos pueden ser quísticos (cistoadenomas) o pueden poseer un elemento estromal (cistoadenofibromas). Los tumores malignos pueden ser quísticos (cistoadenocarcinomas) o sólidos (carcinomas). Tambien pueden ser borderline o de bajo potencial maligno.

Tumores serosos
Son los más frecuentes. Suelen aparecen entre los 30-40 años (benignos) y entre los 45-65 años (malignos). Proporcionalmente, el 60% de estos tumores son benignos, un 25% malignos y el 15% son borderline o de baja malignidad.

Morfología
Suelen ser grandes (30-40 cm de diámetro), esféricos u ovoides. En formas benignas, el 25% es bilateral y poseen una cubierta serosa lisa y brillante. Los cistoadenocarcinomas poseen superficies irregulares. Suelen estar tabicados formando quistes multiloculados. Los espacios quísticos suelen contener en su interior un líquido seroso claro y moco. Los tumores benignos se caracterizan por una sola capa de epitelio columnar alto que recubre los quistes. Hay células ciliadas y células secretoras redondeadas. Frecuentemente, se encuentran concreciones calcificadas laminadas de forma concéntrica (cuerpos de psamoma) en las puntas de las papilas. En los carcinomas encontramos anaplasia de las células de revestimiento e invasión de la estroma. Los borderline se caracterizan por atipía citológica leve y poca o ninguna invasión de la estroma.



Tumores mucinosos
Se diferencian de los serosos en que el epitelio consta de células secretoras de mucina. Representa el 10% de los cánceres ováricos. Se distribuyen del siguiente modo: 80% son benignos, 10% malignos (cistoadenocarcinomas) y 10% borderline.

Morfología
Son bilaterales en el 20% de los casos malinos y en el 5% de los tumores benignos. Pueden ser indistinguibles de los tumores serosos excepto por el contenido de mucina del quiste. Es más probable que sean grandes y multiloculados. Las formaciones papilares son poco frecuentes. No presenta cuerpos de psamoma. Una prominente formación de papilas,  la penetración de la serosa y la presencia de áreas sólidas, sugieren malignidad.
Se clasifican histológicamente por el tipo de células epiteliales productoras de mucina. Hay tres tipos:
  • Tumor con epitelio tipo cervical
  • Tumor con epitelio tipo intestinal
  • Cistoadenoma mülleriano mucinoso
La implantación de células tumorales mucinosas en el peritoneo con producción de abundantes cantidades de mucina se llama pseudomyxoma peritonei, causada generalmente por metástasis del tubo digestivo. La metástasis de tumores mucinosos del tubo digetivo a los ovarios (tumor de Krukenberg) también puede simular un tumor ovárico primario.


Tumores endometrioides
Pueden ser sólidos o quísticos. Microscópicamente se diferencian por la formación de glándulas tubulares similares a las del endometrio, en el revestimiento de los espacios quísticos. Casi siempre son malignos. Son bilaterales en el 30% de los casos y el 15-30% de mujeres con estos tumores posee también carcinoma endometrial concomitante. Se presenta con mutaciones del gen supresor de tumores PTEN.

Tumor de Brenner
Es un tumor ovárico raro, sólido, habitualmente unilateral con epitelio tipo transicional  similar al del tracto urinario. Los nidos suelen ser quísticos y están revestidos células columnares secretoras de moco. Suelen tener una cápsula lisa, son de color gris blanquecino al corte y su diámetro oscila entre unos pocos cm y hasta los 20 cm. La mayoría son benignos.




Teratomas
Se originan en las células germinales. Constituyen el 15-20% de tumores ováricos. Se clasifican del siguiente modo:
  • Teratoma quístico maduro: Son benignos. Se caracteriza por la dferenciación de células germinales totipotenciales a tejidos maduros representativos de las tres capas germinales. Se forma un quiste tapizado por epidermis (quiste dermoide). El 90% son unilaterales, generalmente derechos. Su diámetro raramente supera los 10 cm. Suelen estar llenos de secreción sebácea y de pelo enmarañado. Pueden haber focos de hueso, cartílago, epitelio bronquial u otros. Producen infertilidad. El 10-15% de los casos tienen tendencia a la torsión, produciendo urgencia quirúrgica.
  • Teratoma maligno inmaduro: Aparecen en la juventud, aproximadamente a los 18 años. Son voluminosos, sólidos y presentan áreas necróticas. La característica diferencial es la presencia de zonas opacas reconocibles de diferenciación hacia cartílago, hueso, músculo, nervio y otras estructuras. Los de tipo neuroepitelial son de muy mal pronóstico.
  • Teratoma especializado: En estos tumores, el estroma ovárico se encuentra constituido de tejido tiroideo, produciendo hipertiroidismo. Son masas marrones, unilaterales, sólidas y pequeñas.


Clínica
  • Suelen ser asintomáticos, hasta que son demasiado grandes.
  • Pueden presentarse con síntomas de compresión local (dolor, molestias gástricas, frecuencia urinaria).
  • El 30% son descubiertos durante la exploración ginecológica habitual.
  • La proteína CA-125 está elevada en el 75-90% de los casos.


Bibliografía
  1. Robbins S., Kumar V. Y Cotran R. S. Patología Humana. Editorial Ediciones Harcourt S.A. 7ma edición. 2003